Exposición, Debate.
Pertenencia y apropiación de sí mismo y el ambiente que circunda.
- Identificación con el espacio público.
- Respeto a las normas de convivencia e interculturalidad.
- Corporalidades en convivencia con la ciudad.
La importancia del reconocimiento corporal para una cultura de convivencia, pertenencia y apropiación. La lectura del cuerpo humano, su forma de habitar e interrelacionarse con su contexto, tiene un significado histórico, social, cultural, psicológico.
Los seres humanos nos buscamos en el pasado. Somos más conscientes de nuestra historia que de nuestro presente; nos sentimos protegidos tras los cuentos y las noticias. No menos importante es ser concientes de que habitamos, somos actuales escritores de nuestro presente y por tanto de nuestro futuro.
Cuáles son las posibilidades de crear espacios de convivencia y respeto que partan del ser humano, la importancia de reconocerlas desde una perspectiva emocional, física y que se reflejen en aspectos sociales como un todo conjunto que somos.
Observemenos como objetos y protagonistas del cambio.
El desarrollo de la ciudad, arquitectónica, urbanística y socialmente debe considerar a sus habitantes como actores; los habitantes deben considerarse actores.
Analicemos la relación y respuesta física, del individuo en los espacios públicos.
El individuo como parte viva, movimiento, oxígeno, vida. Responsable, constructor en convivencia con semejantes. Las diferencias y semejanzas, valor cultural, nos ayudan a crear un espacio de convivencia rico y abierto; las diferencias que son característica de una urbe, fomentemos un ambiente de respeto por el ser y entonces por la ciudad.
Un conocimiento para la acción.
¿Cómo comprender la corporalidad?¿Qué factores se considerar para un mejor desarrollo y desenvolvimiento en su entorno?
La necesidad de equilibrar necesidades y ambiciones económicas con el bienestar general. El dinero y el tiempo como valor le restan importancia al ser humano como totalidad, y esto se refleja en los hábitos cotidianos de convivencia y en el desarrollo físico de una urbe. La ciudad alcanza un surrealismo, los avances no siempre son auténticos.
El ruido y la existencia, positivo, negativo, salud.
Volvamos a un antropocentrismo como creadores de nuestros contextos.
El presente tiene que ver con la sensibilidad, el pasado y el futuro con el pensamiento.
Deepak Chopra
La lectura del cuerpo humano, su forma de habitar e interrelacionarse con su contexto, tiene todo un significado histórico, social, cultural, e incluso psicológico. Así han observado desde filósofos, psicólogos, sociólogos, hasta arquitectos y artistas.
No hay una sola teoría en relación a este tema pues implica una investigación interdisciplinaria que se puede observar desde diferentes ángulos y que entreteje diferentes aspectos. La presente investigación pretende concentrarse en la relación cuerpo-espacio; considerando las reacciones corporales como resultado de factores psicológicos, determinaciones sociales y ambientales, y en busca de un reconocimiento individual, a partir del cual uno se encuentre como actor en la ciudad, pensando en ella como un ente vivo y en constante reconstrucción.
La Cultura Ciudadana se refiere al conjunto de acciones, costumbres y normas, obligaciones y derechos, que se adquieren para la vida en sociedad.
Como política pública, reconoce la posibilidad de cambiar o consolidar estas acciones apelando a la cultura y la conciencia, para no limitarse a la ley y sus mecanismos de aplicación.
Esta investigación desea resaltar la enorme importancia del ser humano, con sus necesidades, sentimientos, percepciones y sobretodo su participación y comprensión de los beneficios que hay para él mismo como ser vivo, en el desarrollo de una cultura ciudadana.
De Cuerpo a Corporalidad
El Ser Humano durante los últimos tiempos se ha ido unas veces simplificando, otras complejizando; pero con la especialización y diversificación de saberes se complica la posibilidad de conocimientos integrales, que puedan comprenderlo o considerarlo, siempre, como una unidad.
Cuerpo, esta definido como substancia orgánica o inorgánica. En el ser humano, se piensa en la “parte material” de este “ser animado”, incluso puede ser tratado o considerado, dentro de un contexto, como un objeto. Pero el “cuerpo” es más complejo de lo que ya es físicamente hablando, es el “contenedor” (por decirlo “materialmente”) de todo un bagaje cultural, histórico y psicológico, con necesidades y respuestas emocionales, de ahí la necesidad de un término como corporalidad.
La Corporalidad es preocupación de neurólogos, psicólogos, psiquiatras y pedagogos, por la percepción, conocimiento del cuerpo y su constitución como modelo o forma de la personalidad. Así es fundamental esta visión para la construcción de una ciudad y su desarrollo. Los seres humanos no somos objetos que circulan la ciudad, somos perceptores de las situaciones que se dan dentro de ella, y aún más importante, actores vivos que requerimos tener conciencia de nuestro poder de acción, no quedarnos en nuestra etapa de poder de obstrucción (paros y marchas).
Corporalidad y sociedad
Lo individual esta en continua recreación dependiendo de lo que lo rodea y a la inversa, el ambiente y lo social determinan al individuo, su forma de actuar y reaccionar.
El cuerpo tiene dos dimensiones uno de identidad y otro de colectivo, es decir, el individual-social, involucrando lo vital con lo simbólico.
El cuerpo ha sido siempre un espacio de disputa y poder. Los referentes sociales, políticos y económicos rigen y a su vez están regidos por diferentes instituciones. Recapacitemos, el cuerpo representa al mismo tiempo una cultura y una historia, propone, cuestiona y reformula, unifica pasado y presente en sí mismo.
Así, es fundamental en una Ciudad como La Paz, donde la inmigración y el mestizaje de culturas es tan alto, reflexionar sobre esta innegable realidad, y la necesidad de recrear las políticas de educación y cultura ciudadana que no sean impositivas, sino participativas y se desarrollen a partir de una reflexión.
Lucina Jiménez, en sus reflexiones sobre el cuerpo , cuerpo escindido, se refiere a la división cuerpo-alma como consecuencia de un mundo que separa lo racional de lo emotivo.
Hay una época, que aún no termina, donde se considera la inteligencia desde un punto de vista productivo olvidando lo emocional, afectivo y expresivo. Ya ahora se habla de otros tipos de inteligencia como vendrían a ser la inteligencia emocional o la inteligencia kinética.
“El cuerpo físico, anatómico y fisiológico, cuerpo emocional, cuerpo espiritual y cuerpo energético son todas dimensiones de una misma corporeidad que requiere ser asumida en su totalidad” .
La corporeidad es un campo de batalla entre una memoria orgánica que se transmite de generación en generación modelando grupos y culturas y las imposiciones externas. No hay quehacer corporal que se borre de la noche a la mañana, claro ejemplo de esto es la cultura latinoamericana o la de cualquier pueblo colonizado, lo primero que se trata de imponer es la ideología y la reformulación de hábitos y costumbres hacia lo deseable por el que se impone. Entonces, en una Ciudad como la nuestra donde las costumbres para muchos son impuestas, con realidades y objetos ajenos; ¿Cómo crear una Cultura Ciudadana común cuando no se parte de referentes comunes?
Pero también es fundamental después de reconocer las diferencias resaltar la necesidad de una unidad: “Aquellos que ven la diversidad de las culturas tienden a minimizar u ocultar la unidad humana” , es fundamental reconocer los puntos que dentro de esta interculturalidad crean una cultura que nos ayude a reconocernos como parte de una ciudad dirigiéndonos a formar parte de ella y actuar de manera benéfica para todos.
Cuerpo y Percepción
Consecuencias del desarrollo occidental de esta relación
Uno de los estudios que me ha parecido más interesante es el del arquitecto Juhani Pallasmaa quien plantea la preponderante importancia que se le ha dado a la visión, me refiero al sentido de la vista, en el desarrollo histórico de nuestro ser y del mundo, y del conocimiento hasta nuestra época. Sin embargo, reflexionemos sobre la importancia de los otros sentidos, principalmente el tacto, la piel, para nuestra percepción, conocimiento e incluso fundamental en el desarrollo de lo visual, lo visual está ligado al pensamiento, y éste deriva de las experiencias físicas que se van sumando. ¿Cómo reducir al ser humano a ser un simple observador cuando está envuelto de objetos, seres y situaciones que se imprimen en su corporalidad positiva o negativamente?, es mas bien necesario resaltar su importancia en el medio de modo que podamos continuar construyendo sociedades más humanas.
Para Pallasmaa, la vista tiene el inconveniente de condicionar la percepción: “La visión enfocada nos enfrenta con el mundo mientras la periférica nos envuelve en la carne del mundo” , somos observadores o somos parte. La piel es la membrana que separa nuestro cuerpo del todo que nos rodea, y los ojos son la extensión misma del tacto, tienen la facilidad de reconocer, observar y facilitar el pensamiento gracias a la misma experiencia que le debe al cuerpo. También, este distanciamiento apoyándose únicamente en la razón nos puede negar la riqueza de un pensamiento que incluya la experiencia corporal. Un ejemplo de esta posición de observador externo es nuestra tan conocida frase: “veremos que pasa”, ejemplo de nuestra pasividad y exclusión frente a la acción que nos puede corresponder en cada situación.
Es fundamental el reconocimiento del cuerpo; la fiscalidad en todos los ámbitos para comprender, crear, trabajar, desarrollar en función de ella y en consecuencia siendo congruentes con nosotros, lo seremos para el otro,.
Individuo y Conciencia
La conciencia es una combinación entre la subjetividad del ser humano y un estímulo externo a él mismo. ¿Cómo se genera esta subjetividad? Hay quienes parten de los procesos físicos que originan la conciencia, otros la asocian con estructuras biológicas; se pueden hacer todos los estudios sobre el estímulo y la respuesta, pero el fenómeno en sí por sus características únicas es incomprensible, la experiencia es completamente subjetiva. La subjetividad está ligada a un bagaje cultural más el desarrollo de la personalidad.
La conciencia puede ser pasiva o activla experiencia consciente varía en intensidad, los estímulos pueden ser auditivos, táctiles, visuales, quinestésicos, etc., además de combinaciones de estos mismos, por lo cual representan una infinidad de estímulos con otro sin fin de respuestas conscientes.
No puede haber una verdadera cultura ciudadana sin el sustento de la conciencia ciudadana. No puede haber una conciencia ciudadana si el sujeto no se siente partícipe de la ciudad.