Las primeras tesis de la Escuela Boliviana Intercultural de Danza


La danza en Bolivia marcó un hito los pasados 11 y 12 de diciembre de 2024 con la defensa de las primeras siete tesis de la Escuela Boliviana Intercultural de Danza, ubicada en Satélite, El Alto. Este evento representó un desafío para la institución y todos los implicados: alumnos, docentes, tutores y jurados. Un reto bien logrado.  

Las tesis reflejan las preocupaciones e intereses de los estudiantes, que fueron alimentadas de su relación emocional con los temas así como de los conocimiento adquiridos durante largos años de estudio. Años atravesados por coyunturas políticas inesperadas y por la pandemia, con todas sus implicaciones. Cada una de las investigaciones, presentadas con pasión y rigor, aportó al conocimiento y la reflexión de los presentes y, con seguridad, traen herramientas que pueden contribuir al desarrollo de la danza en el país.

Lo que me lleva a escribir estas líneas es redescubrir con agradecimiento la complejidad de la danza, desde la formación hasta la creación. Un arte que exige tiempo, dedicación, esfuerzo y que nos enfrenta a aprender a trabajar en equipos desde diferentes posiciones, lo que abre una infinidad de posibilidades para quienes nos dedicamos a la danza. Tanto las tesis como la experiencia demuestran que el arte presenta retos constantes y demuestra cómo los retos no terminan en prácticamente ningún trayecto.

Las tesis traen mucha información que ha sido sistematizada desde diferentes perspectivas y de forma complementaria entre ellas. Esto confirma la importancia de visiones múltiples en la construcción del conocimiento, algo que trasciende el mundo de las artes. Siempre he creído que la creatividad es fundamental para aportar a nuestras sociedades y al mundo en general. Asimismo, abogo por la individualidad en comunidad, una idea que las presentaciones de estas tesis también reflejan.

Entre los temas abordados:

  • Amparo planteó políticas públicas necesarias para el desarrollo del arte de la danza y su impacto en la sociedad.  
  • Mariam desarrolla de forma muy concreta y clara la necesidad de generar un acercamiento a la danza clásica y plantea una herramienta de apreciación de esta arte.
  • Gustavo destacó la importancia de abrir espacios laborales profesionales para los bailarines.  
  • Fabiola insistió en la urgencia de trascender la visión recreativa que a menudo se le otorga a la danza en los espacios formativos.  
  • Elizabeth se arriesgó a plantear nuevas metodologías basadas en las experiencias transdisciplinarias ofrecidas en la escuela.  
  • Lisbeth fundamentó la importancia de incluir a la danza en la currícula regular.
  • Korall cerró con una muestra práctica de sus postulados al trabajar con adolescentes, aplicando sus planteamientos pedagógicos en un entorno real.  


Estas tesis no solo son un aporte académico, sino que también abren el camino para nuevas reflexiones sobre la danza como una herramienta de transformación social, educativa y cultural.  

Las jornadas fueron emocionantes para quienes participamos en este espacio de formación. Fue inspirador descubrir cómo los estudiantes pueden generar sus propios planteamientos y conclusiones a partir de la experiencia que la escuela, y cada uno de los docentes, les ofrece.  

Espero que el impacto de estas investigaciones trascienda los muros de la escuela. Ahora, el desafío es mayor: convertir estas propuestas en acciones concretas que fortalezcan la danza como un motor de cambio para nuestras comunidades y el país en general.  ¡Damos la bienvenida a estos flamantes profesionales! quienes ahora tienen en sus manos el potencial para seguir aportando a la construcción del futuro de la danza en Bolivia


- María José Rivera Camacho

Diciembre, 2024




Foto: Claudia Lira
Foto: Claudia Lira